Declaración de fe

(2 Timoteo 3:16-17, Juan 17:17, 2 Pedro 1:18-21, Salmos 119:140).

Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios que fue escrita por hombres divinamente inspirados por el Espíritu Santo, que es la verdad pura, perfecta y sin ningún error, por la cual los hombres serán juzgados. Por lo tanto, es y será hasta la consumación de los siglos la única revelación completa y final de Dios, y su voluntad para el hombre. Creemos que ella consta de sesenta y seis libros en un solo tomo, que va desde Génesis 1:1 hasta Apocalipsis 22:21.

(Génesis 1:26, Mateo 3:16-17, Mateo 28:19-20, Juan 15:26).

Creemos por la Escritura que en la unidad de la Divinidad existen tres personas que son: El Padre, El Hijo, y El Espíritu Santo, estos son iguales en toda perfección divina, esencia, naturaleza y carácter, quienes desempeñan oficios distintos, aunque armonizan en todas sus obras. El verdadero Dios es tres en uno y uno en tres.

(Génesis 1:1, Isaías 40:25-28, Jeremías 10:10, Apocalipsis 4:11).

Creemos a la luz de la Biblia que existe uno y solamente un Dios viviente y Verdadero, y solamente este, el Espíritu infinito e inteligente, Hacedor y Árbitro supremo del cielo y de la tierra; indeciblemente glorioso en santidad y merecedor de toda honra, confianza y amor posibles.

(Juan 1:14, Hebreos 12:2, Hechos 4:12, 1 Timoteo 2:5-6, Mateo 1:18):

1. De su nacimiento: Creemos que nació de la virgen María por obra del Espíritu Santo, y por lo tanto manifestado en carne, teniendo los mismos atributos divinos que el Padre y el Espíritu Santo. (Isaías 7:14, Mateo 1:18)
2. De su vida terrenal: Creemos que vivió una vida perfecta en cumplimiento de la ley de Dios, y de todas las profecías dichas sobre él. Que hizo milagros y señales para revelarnos su deidad. Es el modelo de madurez y santidad. (Efesios 4:13, Juan 20:30-31)
3. De su muerte: Creemos que vivió una vida perfecta, sin pecado aquí en la tierra, murió pagando la terrible pena por nuestros pecados. Sufriendo voluntariamente la cruz por el mundo perdido. (Isaías 53, Filipenses 2:5-8)
4. De su resurrección y ascensión: Creemos que resucitó corporalmente y victorioso sobre la muerte, Satanás y el pecado. Que ascendió al cielo para interceder por nosotros y que un día volverá. (1 Corintios 15, Hechos 1:6-11)

Creemos en la segunda venida de Cristo premilenaria que es inminente y será visible, personal y corporal. Además, sostenemos que ésta se divide en dos partes.

1. Primera Parte (Arrebatamiento): Creemos que Cristo aparecerá antes de la tribulación, primeramente en las nubes y que los muertos en Cristo resucitarán primero, luego los creyentes vivos serán transformados y todos ellos serán llevados para estar con Él en el tribunal de Cristo y las bodas del Cordero. (1 Tesalonicenses 4:13-17, 1 Corintios 15:51-52, Apocalipsis 4:1). Cristo NO VIENE a la Tierra en esta etapa.
2. Segunda parte (Manifestación Gloriosa): Creemos que Cristo vendrá después de la tribulación con gloria y poder, y con sus santos destruirá a sus enemigos,, arrojará a Satanás al abismo y Cristo establecerá su reino milenario. (Tito 2:13, Apocalipsis 19:11-21)

(Mateo 3:16-17, Juan 14:26, 2 Tesalonicenses 2:7-8, Romanos 8:26, Efesios 1:13):

Creemos por lo que enseña la Biblia que el Espíritu Santo es una persona Divina, igual con Dios el Padre y el Hijo y de la misma naturaleza. Tomó parte activa en la creación. Creemos que, en relación con el mundo entero, Él detiene al inicuo hasta que el propósito de Dios se cumpla. Convence de pecado, de justicia y de juicio; es el autor e intérprete de las Escrituras.

Creemos que testifica de la verdad del Evangelio en la predicación y testimonio. Él es el agente en el nuevo nacimiento, que sella, unge, guía, enseña, testifica, santifica y ayuda al creyente.

(Génesis 1-2, Salmos 19:1-6, Romanos 1:20, Juan 1:13, Colosenses 1:15-17, Salmos 24:1-2, Hebreos 11:3):

Creemos en el relato de la creación según Génesis, y que se ha de aceptar literalmente, no alegórica o figuradamente, que el hombre fue creado directamente a imagen y semejanza de Dios, que la creación del hombre no fue por evolución o cambio evolutivo de especies.

Que toda la vida animal y vegetal fue hecha directamente por la palabra de Dios y la ley establecida por Dios fue que se produjeran según su género. Que toda la creación es sustentada por Dios y es para Su gloria.

(Salmos 139:16; Job 10:8, Génesis 2:7, Job 14:5):

Creemos por la Escritura que la vida es ante todo una prerrogativa de Dios y además un derecho fundamental que inicia desde el momento mismo de la concepción, es decir, con la unión del espermatozoide del padre y el óvulo de la madre; el cigoto (célula surgida de esta unión que combina los cromosomas de estos) es un nuevo ser el cual sigue un proceso de desarrollo continuo e interdependiente a su madre.

Desde ese instante el nuevo ser ya es una unidad en cuerpo y alma, única e irrepetible,y tiene toda la información genética necesaria para seguir desarrollándose hasta llegar a ser una persona adulta. Creemos que nadie debe decidir sobre el fin de ella, solo Dios según su soberana voluntad.

(Ezequiel 28:13-19, Isaías 14:12-15, Apocalipsis 20:10):

Creemos por la Escritura que el diablo fue creado por Dios como un querubín y que gozaba de privilegios como tal, pero por su orgullo y ambición de ser como el Altísimo, cayó y arrastró con él a una parte de los seres celestiales, y que es ahora el maligno; príncipe de la potestad del aire y el impío dios de este mundo.

Creemos que él es el gran tentador de la humanidad, el enemigo de Dios, el acusador de los santos, el señor del anticristo y el autor de todos los poderes de las tinieblas.

No obstante, creemos que ya está vencido en las manos del Hijo de Dios y a su tiempo experimentará un justo y eterno juicio en el lago de fuego, un lugar creado para él y sus ángeles.

(Génesis 3:6-24, Romanos 5:12, Romanos 3:23):

Creemos a la luz de la Biblia que el hombre fue creado en inocencia, sujeto a la ley de su Hacedor, con libre albedrío, pero que por la transgresión voluntaria cayó de aquel estado santo y perfecto; por cuya causa todo género humano es ahora pecador por naturaleza y por voluntad, desprovisto de la santidad que la ley de Dios requiere, y por lo mismo bajo justa condenación.

(Romanos 5:8-9, Hechos 4:12, 1 Timoteo 2:4-6, Hebreos 9-10 ):

Creemos según la Biblia que la salvación es ofrecida gratuitamente por Dios, es única y exclusivamente en Cristo, que es por gracia y no depende de las buenas obras, está disponible para todos y la única forma de no obtenerla es rechazarla. Creemos que es un acto de Dios, para expiación, propiciación y redención del hombre, quien la recibe una sola vez y para siempre.

La salvación es efectiva a través del:

1. Arrepentimiento: Este es un mandato universal de Dios, y que tiene que ver con el reconocimiento de su pecado, la confesión de este, un cambio de mente y de vida. (Isaías 55:7, Hechos 17:30, Romanos 8:1-6, 2 Pedro 3:9)
2. Fe: Es el conocimiento (conocer la verdad del evangelio descrito en la Palabra de Dios), asentimiento (rendirse a esa verdad del evangelio de la Palabra de Dios) y obediencia (vivir acorde a esa verdad del evangelio de la Palabra de Dios). Es un don de Dios. (Gálatas 1:6-9, Efesios 2:8-9, Santiago 2:14-26 Hebreos 11)

No puede haber arrepentimiento sin fe, ni fe sin arrepentimiento (Hechos 20:21)

Creemos que en la salvación del hombre se dan las obras de:

1. Justificación: Es el gran bien que Cristo asegura a quienes tengan fe, imputándoles Dios la justicia de Cristo mediante la fe; no tomando en cuenta ninguna justicia que hubieran hecho, y que los introduce a un estado de paz y favor con Dios. (Hechos 13:39, 10:36; Romanos 4:5-8, 5:1, 7-9, Gálatas 2:16, Tito 3:5-7)
2. Regeneración: Creemos que la regeneración es el nuevo nacimiento y es obra del Espíritu Santo en el corazón del hombre, así se consigue que voluntariamente obedezca el evangelio, y que es evidenciada por los frutos santos del arrepentimiento, la fe y la nueva vida. (Juan 1:12-13, 3:6-8; 1 Pedro 1:22-23; 2 Corintios 5:17; Gálatas 5:16-23)
3. Adopción: La adopción tiene que ver con el cambio de posición por medio del cual pasamos de ser hijos del diablo a ser aceptados como hijos de Dios, herederos y coherederos juntamente con Cristo (Romanos 6: 8:15-17, Gálatas 4:3-7, 1 Juan 3:1-3, Colosenses 1:12-14, Efesios 1:4-5)
4. Santificación: Creemos que los creyentes son santos porque han sido santificados por el Espíritu de Santidad, quien los separa en el plan y propósito de Dios. Que debe separarse de este mundo y su sistema, viviendo una vida santa y agradable a Él, llevando adelante la Gran Comisión con la Biblia como su guía. Esta santificación se divide en tres etapas, la santificación instantánea o posicional, progresiva o experimental y completa o final (glorificación). (Juan 17:17-19, 1 Corintios 1:2, 15:51-54, 2 Corintios 6:17-7:1; 1 Tesalonicenses 4:3-7; Filipenses 1:6, 3:20-21 1 Juan 3:3).

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NOTA: En nuesta iglesia estamos en armonía con esta declaración doctrinal acerca de la elección, la predestinación y la responsabilidad humana en la salvación:

Afirmamos por la Escritura que la elección es el acto de Dios mediante el cual, antes de la fundación del mundo, Él escogió en Cristo a aquellos a quienes Él en su gracia salva, regenera, y santifica; y esto armoniza con la responsabilidad del hombre de arrepentirse y confiar en Cristo como Salvador y Señor. Entendiendo que, tanto la Soberanía de Dios, su gracia y misericordia como la voluntad del hombre que soberanamente Dios le otorgó, convergen en este punto.

Creemos que la doctrina de la elección y predestinación para salvación jamás elimina las siguientes doctrinas relacionadas:

• La responsabilidad del hombre de aceptar o rechazar la salvación.
• La responsabilidad de la iglesia de evangelizar el mundo.
• El deseo de Dios de que todo hombre se salve.
• La muerte de Cristo por todos los hombres.
• Los hombres reciben misericordia o justicia, pero ninguno recibe injusticia.

(Romanos 8:28-30; Efesios 1:4-11; 2 Tesalonicenses 2:13; 2 Timoteo 2:10; 1 Pedro 1:1-2, Ezequiel 18:23, 32; 33:11; Juan 3:18-19, 36;5:40; Romanos 9:22-23; 2 Tesalonicenses 2:10-12; Apocalipsis 22:17)

(Juan 10:27-29, Juan 3:36, Romanos 8:37-39, Tito 1:2, 1Juan 2:25, 5:13):

Creemos basados en la Escritura que el creyente recibe una salvación que es eterna, que no depende de las obras del hombre, es gracia de Dios y como gracia depende por completo de quien la otorgó. El hombre no puede hacer nada para perderla, ni nadie puede hacer algo para arrebatarla, pues es segura en la promesa de Dios.

(Mateo 16:18, 28:19-20; Hechos 2:41, Efesios 5:23-26, 1 Timoteo 3:15):

Creemos que la iglesia del Señor Jesucristo es exclusivamente una congregación o asamblea de personas salvas y bautizadas correctamente (Tiempo, motivo, método y autoridad) organizada con orden, propósito y membresía real, local y visible; que guarda las enseñanzas de Cristo. Creemos que Cristo es el fundador, cabeza y legislador de la iglesia y que esta solo es ejecutiva.

Creemos que la primera de este linaje de iglesias fue establecida por nuestro Señor Jesucristo durante su ministerio personal aquí en la tierra y que le prometió existencia perpetua y continua por todas las edades.

Creemos que cada congregación es una iglesia completa en sí misma y que no es algo universal, mundial, nacional, regional o cosa semejante. Creemos que quienes deben presidirlas son sus misioneros y pastores cuyas calificaciones, derechos y deberes son descritos en las Escrituras.

Creemos que la responsabilidad primaria de la iglesia se encuentra en la Gran Comisión, esta es, hacer discípulos individuales, bautizarlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y enseñarles e instruirles como Él lo ha mandado para que se reproduzcan en más discípulos y más congregaciones de Cristo por todo el mundo.

Creemos que es bíblico que las verdaderas iglesias bautistas cooperen las unas con las otras contendiendo por la fe, la propagación del evangelio y el apoyo mutuo.

Creemos que los Bautistas no somos protestantes, reformados, ni la continuación del pueblo de Israel, sino, el resultado del ministerio terrenal de Cristo, y estamos seguros de la distinción entre los términos iglesia y familia de Dios.

(Mateo 22:21; Tito 1:5, 10-11, 2 Juan 1:9-10, 2 Juan 1:9-10, Judas 1:3):

Creemos que no debemos compartir nuestro púlpito ni tener compañerismo con grupos religiosos que no profesen la sana doctrina bíblica, ya que velamos porque la enseñanza y predicación sean totalmente basadas en la verdadera y santa Palabra de Dios.

Creemos que no debemos participar en lo que conocemos hoy en día como movimiento evangélico, ecuménico o interdenominacional. Ni participamos de cualquier difusión doctrinal con aquellos que no son sanos en la fe bíblica.

Creemos que la iglesia debe mantenerse separada del gobierno civil.

(Mateo 28:19-20, Hechos 2:41-42, Romanos 6:1-7, Efesios 4:3-6):

Creemos que el bautismo bíblico es la inmersión en agua del que tenga fe en Cristo, hecha en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, con la autoridad bíblica de una iglesia local. Y que el bautismo es el primer acto de obediencia del nuevo creyente que tiene el propósito de dar testimonio público de la fe en Jesucristo el Salvador crucificado, sepultado y resucitado.

También es un simbolismo de la muerte al pecado y la resurrección a nueva vida del creyente.

Creemos que el bautismo es requisito previo para ser miembro de una iglesia y gozar de sus responsabilidades y privilegios. Que la autoridad para bautizar la tienen solo aquellas iglesias que mantienen la sana doctrina bíblica es decir la misma fe de la iglesia que el Señor Jesucristo edificó.

(Lucas 22:7-23, 1 Corintios 11:17-34):

Creemos que la Cena del Señor es la segunda ordenanza de la iglesia y que es cierta provisión de pan sin levadura y jugo de uva sin fermento que simbolizan el cuerpo y la sangre de Cristo respectivamente. La celebración de la Cena es cerrada, participan exclusivamente los miembros de la iglesia que la realiza, y que debe preceder a su observación el examen detenido de sí mismo por parte de cada participante. Con esta se conmemora y se anuncia la muerte de Cristo hasta que él venga.

(Génesis 2:24, Mateo 19:6, Efesios 5:22-32, Hebreos 13:4):

Creemos que el matrimonio es una institución creada por Dios, debe realizarse entre un hombre y una mujer, y permanecer de forma monógama hasta que la muerte los separe; respetando las leyes civiles establecidas para la celebración e inscripción de este, representando la única forma de unión aceptada bíblicamente. Que este es un tipo de la relación espiritual entre Cristo y la iglesia. Y es la base de la sociedad y la iglesia.

 

(Proverbio 3:9-10, Marcos 12:41-44, Lucas 8:1-3, Hechos 4:35-37, 1 Corintios 9:10-14, 16:1-3, 2 Corintios 8-9):

Creemos por la Escritura que el creyente debe honrar a Dios con lo primero y mejor de sus bienes. Y que es la única manera de sostener financieramente la obra de Dios es a través del diezmo, las ofrendas de fe y las ofrendas voluntarias y que el cristiano tiene la responsabilidad de ofrendar “según haya prosperado”, con alegría, amor y sacrificio. Que cada creyente debe dar su diezmo y ofrendas a Dios solo por medio de su iglesia.

(Proverbios 10:30, Salmos 7:11-16, Daniel 12:10, Malaquías 3:18, Lucas 16:19-31, Romanos 3:9-26, Romanos 5:6, Apocalipsis 20:15):

Creemos que hay una diferencia radical y esencial entre los justos y los impíos; que en la estimación de Dios no hay otros justos verdaderos aparte de los regenerados. Creemos que, a los ojos de Dios, son impíos y malditos todos aquellos que continúan en incredulidad y en la práctica de sus pecados. Que esta diferencia entre unos y otros permanece al morir y aun después de la muerte. Creemos que los salvos se gozarán en el cielo con grande felicidad y que los incrédulos estarán en sufrimiento consciente y eterno en el lago de fuego.

 

(Mateo 28:18-20, Marcos 16:15, Lucas 24:46-48, Juan 20:21 Hechos 1:8, 13:1-3, 2 Corintios 8:1, Filipenses 4:10-20):

Creemos que la única esperanza de salvación es a través de la fe en Cristo; que la comisión de evangelizar a toda criatura fue dada a la iglesia, que esta comisión incluye el ir a hacer discípulos, bautizarlos y enseñarles todas las cosas que Él mandó según el evangelio.

Creemos que la obra misionera es un esfuerzo colectivo de cada congregación y del compañerismo, donde las iglesias tienen la responsabilidad de orar, sostener económicamente, ir y enviar siervos al campo misionero a nivel local, nacional e internacional.

(Romanos 13:1-7, 1 Timoteo 2:1-3 , Tito 3:1, 1 Pedro 2:13):

Creemos que existe el gobierno civil por disposición divina para los intereses y el buen orden de la sociedad humana; y que debemos orar por los gobernantes, honrándolos a conciencia.

Creemos que se debe obedecer al gobierno en todo, salvo en cosas que sean opuestas a la voluntad de nuestro Señor Jesucristo, único dueño de la conciencia y siendo Él, Rey de reyes y Señor de señores

(Mateo 5:13-16, Juan 17:14-17, 1 Corintios 5:9-13, 2 Corintios 10:3):

Creemos que el cristiano está en el mundo, aunque no es del mundo, y debe vivir en una separación total de éste, queriendo decir con separación no participar de los deleites mundanos y sus prácticas que atentan y opacan su luz delante del mundo, manchando así los principios bíblicos y poniendo en peligro el testimonio para el desarrollo correcto de la iglesia. Creemos que esta es una responsabilidad espiritual de los creyentes con la sociedad, ya que son sal de la tierra y luz del mundo.